Hoy día vivimos en una sociedad donde las decisiones individuales son la máxima a la que podemos aspirar, y su importancia es fundamental. Este hecho implica que mis decisiones, tus decisiones, y las decisiones de los demás, afectan a todos nosotros en su conjunto. Vivimos en convivencia y, como tal, todos somos afectados por lo que los demás realizan. Ya lo anticipaba la Escuela de Pensamiento Austríaco, que centraba el análisis del avance de las naciones a nivel micro, en las pequeñas decisiones que cada persona toma en su día a día. En términos de creación y desarrollo económico, los austríacos creen en el individuo como núcleo de análisis para comprender tanto el avance como el estancamiento de las naciones.
En todas las decisiones existen procesos mentales que empujan a los individuos a tomar acciones proactivas. Es en ese momento específico de tomar la decisión donde hay que promover la comprensión para entender dicho comportamiento del individuo. Como dice el profesor Icek Ajzen, el individuo genera una capacidad de análisis que evalúa si puede o no lograr lo que se propone. Los seres humanos actúan. Creemos que la “intención” per se es lo que empuja al individuo a llevar a cabo acciones específicas. En el mismo sentido, el economista y exponente de la escuela Austríaca Ludwig von Mises considera que una acción es siempre necesariamente racional. Por lo tanto, una persona actúa para satisfacer sus deseos. Dicho de manera opuesta, comportamientos irracionales no existen; solo hay un razonamiento interno detrás de la acción que puede ser desconocido. Por ello, psicólogos, economistas, antropólogos, historiadores y otros profesionales aplican puntos de partida que permiten lograr una comprensión de las acciones humanas.
Las acciones individuales son muy importantes para comprender la dirección que toman las sociedades. Asimismo, es aún más importante comprender también el rol de las instituciones. Los gobiernos moldean las reglas del juego de la sociedad, tanto a nivel formal como informal. Es crucial entender el rol que los gobiernos desempeñan en la dirección que toman las instituciones, ya que crean obligaciones, compromisos y brindan apoyo, moldeando una estructura que influye en la acción humana. El profesor Francisco Liñán mencionaba en una de sus conferencias que las teorías económicas no están del todo bien perfiladas y mostraba una incomprensión para entender la teoría económica. Las teorías centran su análisis en la producción, el crecimiento y el desarrollo como resultado automático de las fuerzas del mercado, sin considerar adecuadamente la acción individual de los agentes.
Es en este punto donde las decisiones individuales, y el emprendimiento individual, comienzan a tener sentido en las teorías económicas. A mediados del siglo XIX, Joseph Schumpeter introdujo el concepto de emprendimiento desde el punto de vista del individuo como agente que genera innovación a través de un proceso de destrucción creativa, creando nuevos espacios jamás explorados antes. El internet es un claro ejemplo de esta aportación conceptual, pues ha sustituido viejas formas de producir y ha implementado otras nuevas.
Otros autores también han abordado el concepto de emprendimiento. William B. Gartner concibe el emprendimiento como el proceso de creación de nuevas organizaciones. Shane y Venkataraman se enfocan en el descubrimiento y explotación de oportunidades percibidas por los individuos en su entorno. Frank Knight refinó la idea del emprendedor como la persona capaz de soportar la incertidumbre.
Desde finales de la década de los 70, según confirma el profesor Hans Landstrom, la investigación académica ha situado al emprendimiento como un área de considerable importancia debido a su impacto económico. De esta manera, es esencial centrar los análisis en los emprendedores y las pequeñas y medianas empresas (PYMES). David Birch confirma que la mayoría de los empleos en los EEUU son creados por PYMES. Según la Comisión Europea, en 2023 las PYMES representaron el 99% del tejido empresarial, legitimando la realización de estudios centrados en los emprendedores como creadores de empleo.
Hoy en día, en las sociedades en las que vivimos, es un requisito sine qua non invertir en investigación científica para abordar los procesos de creación empresarial. En este sentido, es necesario apostar por la investigación científica para ampliar el conocimiento de los emprendedores, particularmente evaluando cómo los emprendedores panameños están contribuyendo al crecimiento y desarrollo económico. Su impacto en la sociedad es altamente cuantificable y tangible. Panamá tiene un crecimiento impulsado por el Canal de Panamá, lo que ofrece oportunidades para nuevos negocios y emprendimientos. Nuestro país conecta el Sur y el Norte de América, siendo un punto geográfico estratégico. Existen infraestructuras modernas que dinamizan la mejora y competitividad panameña en comparación con otros países, además de contar con apoyo gubernamental y privado. Son varios los factores por los que el emprendimiento puede ser un núcleo estratégico para el desarrollo del país.
Las sociedades actuales deben entender y prestar más atención a los procesos y resultados que el emprendimiento puede traer consigo. El emprendimiento debe entenderse como un motor de crecimiento en las sociedades actuales, permitiendo la adaptación a los desafíos económicos y los cambios en los sistemas productivos. Además, tiene un impacto significativo en la revitalización de comunidades y la mejora del bienestar social. El emprendedor es un agente activo que comprende la situación real y actual de los mercados, adaptándose a sus fluctuaciones. Es vital apoyar y estimular a estos individuos para que continúen desarrollándose. Sin una comprensión adecuada de los cambios en la sociedad, será difícil estar preparados para los desafíos futuros. El emprendimiento debe ser visto como una forma de pensar y actuar, una manera de vida que visualiza oportunidades en función de las necesidades sociales, anticipando así el futuro.
El emprendimiento es crucial para promover la mejora de la productividad y la innovación. Genera empleo, riqueza y puede revitalizar las comunidades. Generar una cultura y educación emprendedora debería ser una apuesta del gobierno panameño para ser el conductor del crecimiento y desarrollo económico.
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